MANUFACTURAS
TEATRALES
2024
LOS MELONEROS – BASADA EN HECHOS REALES
1953. Villaconejos, Madrid. Isabel, joven soltera, recibe una paliza de su padre porque no quiere ir con la familia a tierras lejanas y estar 6 meses para cultivar melones. Ella se queda embarazada con la esperanza de quedarse.
En el melonar, el resto de las mujeres de la familia justifican otra paliza que el padre da a Isabel cuando se entera de su embarazo. Vuelven a Villaconejos.
Trata el conflicto generacional que provoca el cultivo familiar del melón fuera del pueblo.
Se estrenó en Villaconejos, Madrid. 1993.
Fragmento musical
… los grupos se potencian expresivamente porque eligen el tema, participan en la investigación, incluyen la actuación en vivo de corales y bandas municipales …
La elección del tema y la formación teatral básica del grupo marcharon paralelamente.
La investigación-documentación utilizó la tradición popular oral de los habitantes de Villaconejos como fuente principal de información.
La riqueza del material y los debates del grupo fueron dando origen a unos personajes y a una historia. Un proceso sistemático de improvisaciones grabadas dio origen al texto, cuya escritura fue competencia del director-dramaturgo.
Los meloneros lleva a la superficie un código de símbolos, valores y conceptos que constituyen la corriente principal de la cultura popular de Villaconejos.
Metodológicamente, la dramaturgia optó por preservar en estado “puro” forma y contenido de las expresiones individuales y grupales durante las improvisaciones. El trabajo actoral no exigió caracterización de personajes: son ellas y ellos mismos.
Confianza en sus propias percepciones, quizá haya sido el objetivo mejor logrado.
Para hacer el taller de teatro en Villaconejos, se habilitó una sala en el piso superior del Salón de Plenos. El grupo realizaba ejercicios de voz, de movimiento, de imaginación… Los vecinos del pueblo estaban intrigados; se escuchaban gritos, carreras, risotadas, llantos, palabrotas, etc.
Después del precalentamiento se hacían ejercicios de relajación; cada miembro se tumbaba en el suelo 10 o 12 minutos, boca arriba, en silencio. Durante una de las primeras sesiones, cuando el grupo estaba tumbado, el alcalde, hombre de cierta edad, orondo y simpático, subió por la escalera metálica que da a la sala, cada peldaño que pisaba hacía un ruido horrible y la sala del antiguo caserón vibraba. El monitor, con respeto, llevó su dedo índice a los labios en señal de silencio. Sería todo. El señor alcalde estalló y soltó a grito pelao, ¡¡¡QUÉ ME VIENES TÚ A CALLAR A MÍ!!! El grupo se levantó como resorte, algunos no sabían si llorar o reír y fin de la sesión.
Todo se aclaró, como no podía ser de otra manera. Los meloneros fue el primer estreno de MANUFACTURAS TEATRALES, uno de los más exitosos y acabó con un abrazo del alcalde al director-dramaturgo.